Pánico financiero

Existen muchas formas de llamarle a la situación actual de la economía española y/o mundial: a unos les gusta recesión, desaceleración, crecimiento negativo, son el grupo de los optimistas, de los que ven el vaso medio lleno.

Luego existen otros, con la marca de sudor en la axila por los nervios, se caracterizan por ser más pesimistas o quizás más realistas, denominan a la misma situación CRISIS con todas sus letras y en mayúsculas, y son los que ven el vaso medio vacío.

Pero ha nacido una nueva raza, son la evolución de estos últimos, pero también tienen miembros del primer grupo que poco a poco han ido cambiando de parecer. Esta raza se caracteriza porque últimamente padecen imsomnio, ya no buscan el subasteo de conseguir un euro más por sus ahorros o pagar un euro menos por sus deudas, ahora sólo buscan seguridad y tranquilidad, quieren dormir bien a cualquier precio, porque ya ni siquiera ven el vaso.

Podemos comparar esta situación a la del 93 o anteriores, pero de poco nos va a servir, habiendo evolucionado como lo ha hecho el sistema económico-financiero en el panorama mundial.

La marea financiera de chapapote americano salpica las costas europeas e intentamos huir despavoridos sin rumbo fijo, ya que ahora cualquier amarre parece débil. Podemos caer en los tópicos y en las frases fáciles: sólo conociendo la historia podemos evitar acontecimientos presentes y futuros, pero también es igual de cierto que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y que la avarica rompe el saco.

La realidad es que unos por desconocimiento y otros por ambiciones especulativas hemos creado una burbuja pestilente que se vuelve contra nosotros y nos emana los efluvios almacenados por el tiempo.

Se acerca la época del pánico financiero y debemos afrontarlo, porque además no queda otra. No será fácil, pero saldremos adelante, tiempo al tiempo.